Archivado en: Cuaderno de lecturas, Heródoto, Los nueve libros de la historia
(viene del asiento del 16 de abril del 21)
En diferentes momentos de mi actividad profesional tuve oportunidad de entrevistar sobre sus lecturas a un par de mujeres muy dispares entre sí, Alaska y Concha Velasco. Tanto una como otra me dieron un par de respuestas que me interesaron en grado sumo. La antigua lideresa de los Pegamoides, me confesó que odiaba el Lazarillo de Tormes porque amargó su adolescencia cuando le obligaron a leerlo en el colegio; la musa de tanto cine español del amado Siglo XX, me comentó que leíamos El Quijote pronto.
Me pareció tan acertada esta observación de doña Concha que, algunos días después, hablando telefónicamente con Lázaro Carreter -una de las personas más antipáticas que me he visto obligado a entrevistar-, apremiado por sus agresivas y siempre descorteses contestaciones, le pregunté -como para darle pie a que me colgase, o qué sé yo- si consideraba que leíamos El Quijote demasiado pronto. Cuál no sería mi sorpresa cuando, el entonces director de la RAE, cejó en su belicosidad conmigo y, como satisfecho de que le hubiera hecho esa pregunta, cambió su actitud y me dijo que era "una barbaridad leer El Quijote en la escuela".
Publicado el 28 de abril de 2021 a las 21:45.